Desaceleración de las economías, sin probabilidades de recesión; protagonismo de la volatilidad, estimulada por unos mercados afanados en repetir buenas rentabilidades de fin de ejercicio en renta variable, sin despreciar sucesivas realizaciones de beneficios. Todo ello a la espera del control de inflación, pasando de los repuntes de tipos a la estabilidad y paulatino ritmo de bajadas. En política destacan las elecciones presidenciales en USA, la evolución de la economía y estrategias geopolíticas de China, y el pulso a los dos focos bélicos. Pasando por un cierto menor tono de los beneficios empresariales, salvo aquellas áreas de las nuevas tecnologías y megatendencias que se vayan consolidando como próximos líderes sectoriales.
El Banco de España y el consenso de analistas proyectan un alza del PIB del 1,6%. El Gobierno afronta el reto de controlar el gasto público ante las exigencias de Bruselas y consolidar la bajada de precios. El escenario principal refleja grandes titulares en epígrafes de singular importancia. Seguridad Social (pensiones), Hacienda (gasto y niveles de endeudamiento), y Fondos Europeos (datos de su distribución) preocupan por sus excesos y falta de transparencia. Igualmente, la consecución y aplicación de decisiones adecuadas para alcanzar acercarnos a la inflación anualizada propuesta por el Banco Central Europeo de tasas en torno del 2% de IPC, se unirán como objetivos estabilizadores a lograr. Por último resaltamos la importancia de lograr un clima favorable de inversión para las empresas que estimule consolidar beneficios y avive la creación de empleo reduciendo los costes laborales.
Completamos este esquema de áreas y objetivos a lograr con otros focos donde la ocupación y preocupación están liderando los primeros meses del nuevo ejercicio. La incipiente inseguridad legislativa y jurídica, y sus relaciones con el poder ejecutivo, han suscitado un cierto malestar que deberá disiparse con inmediatez; sin olvidar el grado de ejecución de los fondos Next Generation, conjuntamente con el resto de los proyectos PERTE, identificados como programas cuyas finalidades están dirigidas a conseguir mejores crecimientos económicos, empleo, competitividad, impulso a la industria y el incremento de inversión al sector privado.
Según el último informe de Perspectivas de los Economistas Jefe del Foro Económico Mundial, la palabra que definirá la economía mundial en 2024 será “volatilidad”. Aún así, los economistas ven probable que se produzcan más cambios positivos, como el descenso de la inflación y una ralentización de las subidas de tipos de interés. Así, el crecimiento de las principales economías que más aportan al PIB mundial (G20) está en la horquilla del 2,2%, según el consenso de Bloomberg.
Banca en España
Excelente 2023, satisfactorio 2024. Dato y previsión. Con dicho escenario, hay convicción entre los analistas de que la banca verá en
2023 el máximo de beneficios y en 2024 repetirá sus cuentas o, sufrirá algún pequeño ajuste a la baja. Motivos? Por una parte, los tipos de interés se estabilizan. Es decir, parece que la mayoría de datos impulsan a creer que no subirán, aunque no hay consenso en la duración del período de estabilidad. Por ello, los márgenes frenan su auge y la renta fija es posible que se interpele hasta en 4/5 veces en el año por recortes en el precio del dinero. Referencia final del 3,25% -desde el 4,50% actual-. Estas bajadas podrían dar un determinado impulso al crédito, con ligero aumento de la morosidad.
Hemos querido destacar algunos de los rasgos del nuevo ejercicio 2024. Sin duda son titulares y ratios que se confrontarán con los desarrollos de los retos concretos de la realidad. La personalidad de la nueva era social, económica, política y tecnológica tiene la virtud o el defecto de tener un carácter especialmente trascendente en sus desarrollos y direcciones de ejecución. Íntimamente relacionadas se desarrollan con unos parámetros absolutamente novedosos que imprimen espacios que obligan a un seguimiento constante de sus características para acomodar el colectivo de decisiones que nos lleven a respuestas acertadas. La derivada de estas reflexiones lo que nos impulsa es a la verdadera dimensión que debemos incorporar a los conceptos de prudencia, al constante poder de adaptación a los cambios, y a un seguimiento diario de las carteras de inversión que nos arropen las estrategias tomadas para el medio y largo plazo. Y el valor de la diversificación, como compañero ideal de la prudencia. Abrazos, y un brindis juntos por 2024.
Joaquín ALMASQUÉ