FiF les desea un espléndido y feliz 2018: con 365 días de ilusiones y satisfacciones, donde siempre queremos estar y colaborar con nuestros servicios y resultados ¡!
Nuestro primer informe del año un poco más extenso, y con dos referencias de peso:
> Las Previsiones de PWC
> Nuestras opiniones BANKINTER sobre 2018Nos vemos pronto, o antes si así nos lo pides.
Abrazos entrañables,
Yolanda y Joaquin Almasque
1. La consultora PwC analiza las cuestiones que pueden ser decisivas para la economía global en 2018
El crecimiento en 2018 puede acercarse al 4% en términos de paridad de poder adquisitivo con lo que alcanzaría el ritmo de 2011, según PwC. Es probable que este crecimiento se dé en muchos países a la vez, pero EEUU, las economías emergentes de Asia y la eurozona seguirán siendo los motores con una contribución del 70% al PIB mundial.
No obstante, India puede ser el país con mayor crecimiento en el mundo, entre un 7% y un 8%. África, que parte de niveles de riqueza muy bajos, también tendrá un crecimiento económico dinámico por lo que es probable que ocho países africanos estén entre los de más rápido crecimiento. Diecisiete economías podrían crecer más rápido que China, como India, Ghana, Etiopía y Filipinas.
2. La Eurozona crecerá más rápido y Reino Unido se retrasará
Se espera un crecimiento de alrededor de un 2,5% en términos ponderados del PIB en las economías de la periferia de la eurozona y de un 2% en las del núcleo, por lo que sería el quinto año consecutivo en que las primeras superen a las segundas. Holanda probablemente lidere las economías centrales (un 2,5%) e Irlanda las periféricas (un 3,5%), Grecia saldrá de su programa de rescate en agosto.
En contraste, se prevé que las incertidumbres del brexit frenen el crecimiento del Reino Unido, que se estima en un 1,4 %, según las previsiones de PwC.
3. Fin del dinero barato
La Reserva Federal (Fed) ya comenzó a reducir su balance y a elevar los tipos de interés. En 2018 es muy probable que el BCE reduzca más sus compras mensuales de activos y, si la inflación de la zona euro rebota, podría acabar con ellas. En Japón nada indica un cambio brusco en la política monetaria.
4. Caída del desempleo del G7
Se estima que en 2018 la tasa de desempleo total del G7 puede ser menor del 5%, unos 19 millones de trabajadores. Los mercados laborales con poco desempleo como el de Estados Unidos, alrededor del 4%, compensarían a otras economías como la de Italia, con altos niveles de desempleo. Es probable que el crecimiento salarial repunte poco y se mantenga por debajo de las tendencias previas a la crisis.
5. El precio del petróleo se mantendrá estable
Los precios del petróleo no cambiarán significativamente si el acuerdo de la OPEP y sus aliados de reducir su producción a 1,8 millones de barriles por día se mantiene hasta finales de 2018. Cualquier aumento de los precios de la OPEP podría incentivar a los productores de esquisto de EEUU a aumentar su número de plataformas.
6. China se ralentizará
China puede crecer alrededor de un 6% a un 7% en 2018 pero para ello deberá combinar reformas del consumo con otras estructurales, como el exceso de producción y la contaminación. Cualquier reducción inesperada del crecimiento chino (por ejemplo, por problemas de estabilidad financiera debidos al endeudamiento de empresas, gobiernos locales y familias) sería un riesgo a la baja que afectaría en primer lugar a Australia y Corea del Sur, con estrechos vínculos comerciales con China.
7. Se consumirá más energía
La economía mundial va camino de consumir casi 600 cuatrillones de unidades térmicas (BTU) de energía, un nivel jamás registrado y doble que en 1980. India y China pueden consumir alrededor del 30% de la energía mundial, seis veces más que todo el continente africano. El cambio hacia las energías renovables seguirá siendo lento, solo el 10% del consumo mundial de energía será renovable. China consumirá el doble de energías renovables que los EEUU.
8. El crecimiento de la población será más lento
Se espera que el crecimiento de la población mundial sea de 80 millones de personas en 2018, el más lento desde 1950. Asia y África serán los principales contribuyentes, con 40 y 30 millones de personas respectivamente, aunque hay que tener en cuenta que el tamaño de la población actual de África es menos de un tercio del de Asia.
Riesgos de la economía en 2018
La reforma fiscal de Trump puede conducir a déficits fiscales insostenibles que presionen las condiciones financieras a un ritmo rápido con efectos muy amplios.
Las negociaciones del brexit y otros problemas inmediatos de la UE pueden afectar a su crecimiento.
Las incertidumbres políticas en Brasil, México, Italia, Corea del Sur pueden repercutir en sus economías
No hay que olvidar las continuas tensiones geopolíticas relacionadas con Corea del
La consultora PwC analiza las cuestiones que pueden ser decisivas para la economía global en 2018
Principales conclusiones de nuestro informe de Estrategia
Las bolsas continúan siendo el activo más atractivo y esto no cambiará en 2018.
El principal riesgo es quedarse fuera de bolsas, a pesar de todas las dudas que uno pueda tener y de los riesgos aún vivos, que efectivamente existen. En ningún momento de la historia la humanidad ha vivido sin incertidumbres, sin riesgos. Y el momento actual no es una excepción. Nunca todo será perfecto, pero el contexto que hoy vivimos se parece bastante a una especie de “perfección pasajera”. Puede que se trate de una fase transitoria, pero no por eso deberíamos dejar de disfrutar de este momento. Incluso los riesgos geoestratégicos (Corea del Norte, Siria…) y políticos (extremismos, populismos e independentismos) tienden a diluirse inercialmente.
Los máximos de la bolsa americana están justificados. Y si Wall Street funciona, el resto de las bolsas funcionan.
Wall Street cuenta con 3 pilares básicos: un entorno macroeconómico no sólo francamente bueno sino también homogéneamente expansivo desde una perspectiva geográfica, unos resultados empresariales en mejora continua y una presión (positiva) de la liquidez sobre los precios de los activos como nunca antes. Creemos que ninguno de estos tres factores cambiará durante 2018 y probablemente tampoco en 2019. La reforma fiscal americana dará más recorrido a Wall Street y tal vez desde antes de lo esperado, arrastrando positivamente al resto de bolsas.
La incertidumbre política en España tenderá a diluirse lentamente en los próximos trimestres, pero no tiene coste cero.
Por eso revisamos a la baja nuestras estimaciones sobre el PIB español ya a principios de noviembre, desde +3,2% hasta +3,1% para 2017 y desde +2,8% hasta +2,5% para 2018, tasa que probablemente se repetirá en 2019. Los plazos más cortos de financiación de la deuda española se realizan ocasionalmente (no siempre) a TIR de mercado iguales o incluso algo más elevadas que sus equivalentes italianas (aunque ambas estén en negativo), pero claramente inferiores a partir del plazo a 5 años. Este es el indicador más efectivo para medir el coste de una incertidumbre política que creemos se diluirá a lo largo de los próximos trimestres.
Divisas sin sustos y los tipos europeos lentamente hacia positivo.
El yen continuará depreciándose muy lentamente hacia 130/140 en 2018 y hacia 135/145 en 2019, mientras que el USD se mantendrá en el rango 1,14/1,22 este año (antes 1,15/1,25) y en 1,15/1,25 el próximo. La Fed subirá tipos 3 veces en 2018, hasta 2,00% 2,25% y el mercado lo encajará con deportividad. El BCE retirará su actual programa de liquidez o APP a lo largo de 2018 y moverá progresivamente hacia 0% durante 2019 su actual tipo de depósito (-0,40% ahora), subiendo su tipo de referencia o crédito hasta 0,25% en el 4º trimestre de ese año. Con ello los bancos europeos saldrán de su actual “modo de supervivencia”.
Los hechos demuestran que nuestra estrategia de los últimos trimestres es acertada, así que no perdamos de vista el “timing” del mercado.
Cuidado con el arranque de 2018 porque estar fuera de bolsas o infraponderado puede pasarnos una factura difícil de pagar durante el resto del año. Pocas veces se ha dado una coincidencia de circunstancias tan favorable, a pesar de los riesgos. Todavía podemos aprovechar el momento. Las bolsas valen más, los bonos aguantan y el inmobiliario aún ofrece recorrido, de manera que sólo introducimos “ajustes finos” en la estrategia de inversión que hemos venido desarrollando y transmitiendo durante los últimos 3 años, con particular insistencia y determinación en los últimos trimestres. En este sentido, nuestras “ideas – fuerza” construyen lo que podríamos denominar una especie de “lista de tareas para 2018”: Moverse desde compañías de dividendo hacia bancos, pero sin abandonar las primeras, incorporar small caps americanas a las carteras, favorecer bonos soberanos periféricos europeos frente al resto de bonos y no olvidar una dosis prudente de emergentes, según el grado de tolerancia al riesgo de cada perfil inversor. Todos los nombres concretos (fondos, compañías, etc) se ofrecen con detalle a lo largo de este informe. Por cierto, que nuestras valoraciones y objetivos revisados para las principales bolsas son 4.323 puntos para el EuroStoxx-50 (potencial aproximado +20%), 3.157 para el S&P500 (ídem +17%), 11.751 para el Ibex-35 (+15%) y 25.211 para el Nikkei (+10%) y nuestro orden de preferencia es este mismo.