En estas fechas y circunstancias de los mercados, es esencial llevar el pulso de los acontecimientos e interpretar las derivadas e influencia de los mismos en los ahorros e inversiones de los clientes. FIF como Agente Bankinter desde el 2000 tiene el privilegio de contar no solo con los espléndidos analistas de BK, sino que -además- con los cuadros de profesionales de las mejores Gestoras Internacionales de Fondos repartidas por todo el mundo.
Dentro de éste último capítulo, sin duda alguna la FED ha alcanzado un protagonismo estelar, y sus decisiones provocan inmediatas turbulencias, que se van matizando, ajustando, y hasta corrigiendo en sus interpretaciones con el paso de los días. Las noticias y decisiones de ayer lo demuestran. La FED intenta abordar la preocupante subida de la inflación, los precios del petróleo, y el pulso de la economía mundial, intentando no perjudicar excesivamente a los mercados bursátiles y a los crecimientos de los PIB internacionales. Para ello cuenta con dos herramientas de alto grado de sensibilidad: los tipos de interés, y la categoría y armonía de los estímulos.
Su intervención ha restado titulares a los otros dos acontecimientos que capitalizan la atención mundial. Ellos son la evolución de la pandemia, hoy polarizada bajo el nombre Ómicron, y la evolución en las tensiones prebélicas entre Rusia y Ucrania. Por tanto, el o los escenarios no pueden ser más intensos, con sus correspondientes incertidumbres respecto a las consecuencias que se derivarán. El timing previsto en sus desenlaces parece contemplar un pronóstico ajeno a soluciones inmediatas. Lo cuál no quiere decir obligatoriamente que los nubarrones desemboquen en tormenta, pero si inyectan preocupación, incertidumbre y la necesidad de tomar decisiones.
En cuanto a los sentimientos actuales sobre las inversiones y sentimientos de los mercados, parece prevalecer, hasta con cierta unanimidad, un evidente y justificado criterio de alta volatilidad, que derivará durante un plazo en oscilaciones de cierta consideración en las cotizaciones de los mercados, así como tener siempre alerta la estrategia de una clara posición compradora en hipotéticos retrocesos de valores, Fondos, sectores, y productos de reconocida calidad/solvencia/demanda que sin duda triunfarán en el medio y largo plazo.
Veamos la situación a media mañana del jueves 27 enero 2022.
Las noticias, o primeras interpretaciones a las decisiones de la FED, no pueden ser reconocidas como sorprendentes o no esperadas, aunque la concreción ha dejado varias dudas. Subidas de tipo en marzo, cambios en sus actitudes frente a los estímulos, y su objetivo de frenar la inflación sin provocar frenazos en la marcha de las economías. Así, los primeros titulares nos ofrecen mensajes como estos:
La Fed cumple el guion: fin a los estímulos y alza de tipos «pronto»
- De momento los mantiene en el mismo rango
- Seguirá reduciendo compras en 30.000 millones mensuales
(El Economista) La Reserva Federal (Fed) ya ha hecho públicas las conclusiones de su última reunión: mantiene los tipos de interés entre el 0% y el 0,25%, pero avisa de que «con una inflación alta, pronto será apropiado elevar el rango«. Además, la institución ha anunciado que seguirá reduciendo sus compras de deuda en, al menos, 30.000 millones de dólares al mes. Aunque la clave es su aviso para los próximos meses, debido a que anticipa que «el comité continuará monitoreando la situación y estaría preparado para ajustar la política monetaria si surgen riesgos para los objetivos respecto al trabajo y la inflación».
El consenso esperaba, tal y como ha sucedido, que esta reunión no acabe con una subida de tipos y cree que esta medida se llevará a la práctica en marzo. Tras esto, estiman que se sucederán otras tres subidas durante el año 2022. Por lo tanto, la reunión de hoy tendría como principal objetivo ir preparando al mercado para las decisiones que vienen próximamente.
La Reserva Federal está en estos momentos intentando frenar a toda costa la elevada inflación del 7%, la más alta desde junio de 1982. En ese sentido Powell ha sido claro afirmando que su prioridad es garantizar la estabilidad de precios y, para ello, está dispuesto a subir tipos durante más tiempo. Al mismo tiempo, la institución quiere evitar que esta medida provoque una salida acelerada en los mercados, que se encuentran ahora mismo en una espiral bajista, atrapados entre la desaceleración económica y el miedo a un conflicto de Rusia con la OTAN.
La famosa frase «wait and see» no se ajusta adecuadamente a la situación actual. Esperar y ver parece indicar un matiz de pasividad. Hay que tener las alertas y la tipología de decisiones concretadas a cada uno de los tableros que la realidad nos vaya definiendo. Sin alarmismos ni euforias. Cada cliente necesita sus propias respuestas, aunque el entorno sea el mismo para todos. El perfil inversor de cada uno marca las características de sus carteras de inversiones. Los resultados empresariales y las propias correcciones apuntalan que se podrán reconocer oportunidades que recogerán sus frutos en distintos plazos, según la propia marcha de los acontecimientos. Ayer las Bolsas reflejaron subidas iniciales que fueron recortadas a medida que transcurría la sesión. Y a la inversa veremos otras tantas sesiones. Sin duda, la realidad diaria nos aportará noticias importantes que compartiremos, analizaremos y pondremos en conocimiento a nuestros clientes. Y, las decisiones, estrictamente individuales. Saludos y abrazos, J. Almasqué
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