Los expertos en psicología y psiquiatría afirman que lo improbable y lo probable no existen en las mentes criminales, en las que tienen trastornadas o perturbadas las facultades mentales, y en las que su juicio o soberbia les hace comportarse de forma disparatada, imprudente o temeraria, sin pensar en las consecuencias, o sin importarles. Y día a día esta reflexión parece identificarse con el perfil del responsable ruso que ha ordenado la invasión a Ucrania, y las formas cruentas que está utilizando para sus objetivos. Todo ello agravado por sus amenazas a todos los que den apoyo al país víctima, considerando dichos gestos como declaraciones de guerra mundial, apercibiendo a todos los organismos internacionales que ha ordenado el estado de alerta previo al uso de su armamento nuclear. Además del susto por el ataque a una de las mayores Centrales Nucleares de Ucrania. La semana que empieza mañana lunes lamentablemente nos mostrará nuevos matices de la invasión, y muy probablemente algunas de las consecuencias de las represalias sociales, económicas, comerciales, y hasta judiciales que se han puesto en marcha o se ejecutarán en próximos días. También tendremos -el día 10 marzo- cuál será la decisión del Banco Central Europeo respecto a los tipos de interés. Una semana que se presenta incalificable.
Así, el próximo jueves 10 de marzo el Banco Central Europeo comunicará su decisión sobre los tipos de interés. Si la previsión era que, de momento, y a pesar de las últimas declaraciones de Christine Lagarde, los tipos se mantuvieran intactos. Tras más de 10 días de guerra entre Rusia y Ucrania, parece que los tipos no se moverán ni un ápice. Al contrario que en la Fed en dos semanas que ya tienen prevista la primera subida de tipos de interés en un 0,25%-0.50%.
Igualmente, las materias primas obtuvieron durante la pasada semana su mayor ganancia semanal desde la década de 1960, ya que la perspectiva de un endurecimiento de las sanciones a las exportaciones rusas sigue obligando a los compradores a buscar sustitutos.
El viernes los futuros del crudo estadounidense subían alrededor de un 2,2% a 110,06 dólares el barril, mientras que el Brent subía en torno a un 2,0% a 112,66 dólares el barril. Si bien es cierto que está un poco por debajo de los máximos vistos a principios de semana, sigue siendo una ganancia en los últimos siete días de más del 20%, precisamente el tipo de aumento que en el pasado siempre ha dado lugar a la destrucción de la demanda y a una desaceleración económica.
Además, los precios del trigo también siguieron subiendo, un día después de que un carguero estonio se hundiera en el Mar Negro tras chocar con una mina. Esto prácticamente acabó con la posibilidad de que cualquier barco se asegurara para entrar y salir de los puertos rusos y ucranianos del Mar Negro. Ambos países representan casi el 30% de las exportaciones mundiales de trigo.
Por otra parte, los futuros de níquel alcanzaron los 29.823 dólares por tonelada en Londres, su nivel más alto desde 2008, por los mismos temores sobre la disponibilidad del suministro ruso.
Semana con pocos eventos, pero destacados. Así, el miércoles 9 de marzo conoceremos el PIB trimestral de Japón y los inventarios de petróleo crudo de la AIE. El jueves 10 de marzo, turno para el BCE con su comunicado sobre política monetaria y la decisión sobre tipos de interés. Además, conoceremos también el IPC subyacente mensual de febrero en USA. Ya el viernes 11 de marzo turno para el PIB mensual de UK. Durante el jueves y el viernes tendremos la cumbre de líderes de la UE.
La derivada de todo lo expuesto nos impulsa a elevar los criterios y decisiones de liquidez en las carteras. Bien para dirigirnos a mayores participaciones en Fondos Monetarios o al Fondo Top Protección BK 95%. También destacamos determinados sectores que se están viendo favorecidos por el conflicto Rusia-Ucrania. Éstos son: Ciberseguridad, Defensa, Materias Primas, Infraestructuras y Petróleo.
Estudiemos las dos gráficas de mayor influencia y dinamismo provocado por la guerra. La inflación que sería bastante difícil controlar solo con decisiones en política monetaria de tipos; y el petróleo, por la enorme influencia en su precio en caso de peligrar su suministro.
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Y antes de acompañarles el siempre esperado video de nuestro analista jefe Ramón Forcada, terminamos con un ejemplo resumen de lo acontecido históricamente en las Bolsas durante períodos de guerra. Tiempos distintos, provocaciones distintas, armamentos distintos, equilibrios de poder internacionales distintos, y una globalización que -en términos económicos- significa una interdependencia muy distinta al conflicto actual. Pero todos esos acontecimientos han tenido la misma capacidad de recuperación en mayores o menores plazos de tiempo. Propiciando sorprendentes rentabilidades medias anuales que no eran imaginables durante la crudeza de la guerra. Seguimos juntos. Clientes y potenciales. Un abrazo, JOAQUÍN ALMASQUÉ