DE SEPTIEMBRE 2008 A SEPTIEMBRE 2023
FIF ha elegido un período muy especial y muy pedagógico que recopila reflexiones que permiten algunos titulares de enorme interés para nuestros ahorros e inversiones. En efecto, en los últimos 15 años han acontecido relevantes acontecimientos que han propiciado un potentísimo y nuevo banco de datos y de experiencias. Circunstancias que han derivado en un genuino cambio de ciclo económico con búsquedas de las mejores respuestas a los retos del binomio causa-efecto de cada novedad trascendente. El saldo confirma positivos resultados para aquellos ahorradores e inversores que aceptan el medio y largo plazo como la actitud más acertada para alcanzar medias anualizadas de rentabilidad satisfactorias, siguiendo la tutela de sus propios asesores profesionales de confianza.
Recordemos que se cumple una década y media desde la quiebra de Lehman Brothers. Cuyo principal protagonista fueron las hipotecas subprime. El que entonces era el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos inició una crisis financiera global que alcanzó de forma integral a los mercados internacionales durante un significativo período.
La segunda gran quiebra de la confianza inversora, de impactos impensables por lo imprevisto de su incidencia mundial, fue la reciente crisis sanitaria. Una pandemia planetaria que provocó por primera vez que las familias tuvieran que estar encerradas en sus domicilios por el coronavirus, trastornó todas las previsiones económicas y sumió a la humanidad en un soberano desconcierto. Sus imprevisibles consecuencias, hasta descubrir su mejor defensa, la desaceleración de su mortalidad, y conseguir una determinada victoria frente a sus enormes daños, provocó los máximos esfuerzos de todos hasta alcanzar las decisiones y respuestas que permitieran una normalidad de hábitos de vida.
Y cuando ese nuevo escenario contaba con la colaboración obligada de la humanidad para acelerar la creatividad y capacidades de gestión del primer período postpandemia -cuya novedad era patente y a la vista, por ejemplo con el obligado uso de las mascarillas o la implantación del desarrollo del horario laboral en los propios domicilios- y los mercados, resultados empresariales y ratios macro comenzaban a intentar recuperar los niveles preCovid, surgió la guerra entre Rusia y Ucrania. Además de las imprescindibles consideraciones humanitarias, con inusitada rapidez se multiplicaron los cortes de suministros, junto a las preocupaciones y peligros de los conflictos geopolíticos, con el tema nuclear de advertencia. Una galopante inflación de oferta se disparó de forma internacional, cuyas subidas continuadas de precios han obligado a los Bancos Centrales a corresponder con subidas de tipos de interés. Más de once veces en los EEUU, y 10 veces en Europa hasta la fecha. Y, con ello, la batalla del control de la inflación para lograr aplicar un programa de mayor estabilidad y sensiblemente menores tipos de interés -por supuesto que superiores al previo y largo plazo de tipos cero- comenzó su realidad y su carácter de principal protagonista.
Las tres grandes crisis de los quince últimos años han quedado como históricas y de obligados análisis multidireccionales. Quiebra de Lehman Brothers, pandemia coronavirus, y guerra-inflación-tipos interés han dado entrada a una nueva era donde la dinámica de las «novedades» -donde el sector tecnológico lidera todos los rankings- han invadido todos los criterios y fórmulas del corto, medio y largo plazo. Reflexión que siempre debe considerarse en todas las planificaciones y diversificación de las alternativas de inversión. Es decir, todos los profesionales y responsables del asesoramiento y la gestión de carteras han tenido que incrementar un seguimiento on line, constante, de imprescindible sensibilidad de objetivos, y de máxima calidad en la unidad confianza-conocimiento con cada cliente y su perfil inversor.
Pero lo que ha quedado confirmado, verificado, y certificado como real en cualquiera de las etapas de la historia de las inversiones de Banca Personal y Banca Privada son los beneficios del largo plazo. Beneficios que se obtienen con una cultura financiera y correspondientes asesoramientos de los profesionales, muchas veces traducidos en el temple de no cometer errores de desinversión por reacciones que pueden parecer coherentes, pero que -si los fundamentos de la alternativa de inversión son de calidad- con el tiempo reflejarán con creces todas sus expectativas positivas.
El siguiente cuadro nos informa del comportamiento de los Índices mundiales durante el período sept 08-sept 2023
Por mi parte -con responsabilidades en los mercados, bolsa, asesoramientos y gestión de patrimonios desde 1974- siempre he tenido esta reflexión muy presente y de continuo recordatorio -junto a la de «rentabilidades pasadas no presuponen las mismas en el futuro»-. Ambas son perfectamente compatibles. De hecho, el cuadro superior es muy convincente. A pesar de los extraordinarios acontecimientos relatados en esos 15 años -donde muchos Índices y carteras estuvieron períodos reflejando cifras, cotizaciones o valores negativos respecto a los de compra- las rentabilidades o revalorizaciones son relevantes. Y uno de los principales motivos es, sin duda, la potencia del estamento empresarial. Los beneficios empresariales, la creatividad e innovaciones de los emprendedores han conseguido que las alternativas de los PIB tengan siempre de manera destacada la contribución de las compañías y sociedades que han mantenido su eficiencia.
Terminamos con varios ejemplos en los que los inversores pueden situarse en determinadas fechas, donde esas alternativas de inversión puede que reflejen minusvalías respecto a la compra, pero, la super mayoría de los casos cada valor refleja interesantes rentabilidades en los medios y largos plazos.
Destacamos por su claridad la gráfica de columnas verdes donde Fidelity Funds World en dos de cinco ejercicios obtuvo rentabilidades negativas de -7.53% y -16.27%, pero igualmente sus rendimientos anualizados en los ejemplos de 3 y 5 años han sido de 9.21% y 7.45% respectivamente.
Feliz otoño en compañía de FIF
JOAQUÍN ALMASQUÉ AGENTE BANKINTER FONDOS INVERSIONES Y FINANZAS, FIF