¿Erráticos tiempos de implantación de las decisiones de la FED y Bancos Centrales?
Extraña visibilidad en los mercados, la inflación no se logra doblegar, crece la posibilidad que la guerra se prolongue, y los crecimientos económicos en retroceso. Y todos los ojos mirando a la FED y los Bancos Centrales, con acciones dubitativas entre lo que dicen y lo que hacen. Una aparente falta de convicción en los tiempos y cuantías de las subidas de tipos de interés. Con parecidas incertidumbres en la retirada de estímulos. Pero cuando además no es solo la bolsa quien encara un mercado bajista, sino que también lo hace la renta fija (con caídas en el precio superiores al 20% en referencias como en el bono español a 10 años desde principios de enero), se confirma que las circunstancias también han castigado al inversor conservador. Y con este escenario, los inversores de perfil medio con asesores inclinados a la diversificación y Renta Variable, atentos a la liquidez, opciones defensivas en divisas, y siempre atentos a los horizontes de las inversiones, admiten como ciertos los argumentos de unas valoraciones muy infravaloradas de muchas inversiones, y que esta situación tendrá su cambio de tendencia en el tiempo, abriendo significativas oportunidades.
El panorama de la economía tiene la rara unanimidad de saber priorizar los mayores peligros actuales, que por su intensidad en tiempos y cuantías, hacen desear que el día a día llegue a brindar pronto algún síntoma sobre el que planificar con fundamento las decisiones. La inflación es el ratio dañino que perturba, sobre todo si se mantiene muy alta durante mucho tiempo. Y la recesión o estanflación son los dos vocablos más visitados en Google. Sin embargo, la esperanza de los especialistas de las primeras economías del mundo mantenían las esperanzas que la FED y los Bancos Centrales pudieran hacer magia con el tratamiento de subidas de tipos de interés que lograsen un mínimo equilibrio que propiciara una suave desaceleración de los crecimientos de los PIB y beneficios empresariales, sin mayores perjuicios. Es decir, «driblar» la recesión o estanflación. Pero existen otros factores que parecen confundir (con fundamento) a los máximos responsables de la F y BC. El aumento de los precios de las materias primas como consecuencia del conflicto de Ucrania apoya y provoca un aumento de la inflación. Con el peligro de una posible consecuencia adicional en dirección a una espiral de precios salariales, si los sindicatos intentan imponer una compensación por el aumento de la inflación en forma de salarios más altos.
La Fed subió tipos 75 puntos básicos y es muy probable que los suba otros 75 p.b. en julio; el banco central suizo sorprendió al subir 50 p.b. antes que el BCE; el BoE subió 25 p.b., como se esperaba, pero abrió la puerta a nuevas subidas; Brasil y Hungría subieron 50 p.b. y Taiwán 12,5 p. b. La excepción sigue siendo el Banco de Japón, que mantiene el férreo control de su curva. Los bancos centrales priorizan la lucha contra la inflación, aunque los precios de los alimentos o la energía son obstáculos reales. La FED y los Bancos Centrales parece que inclinan su convencimiento sobre la posibilidad de un aterrizaje más o menos leve que podría evitar la recesión. La Fed ha revisado significativamente al alza su previsión de inflación (5,2% en 2022 Vs. 4,3% anterior), mientras que el crecimiento se revisa a la baja (1,7% en 2022 Vs. 2,8% anterior), y ha dejado muy claras sus intenciones: controlar la inflación sigue siendo la prioridad absoluta, por delante de todo lo demás.
Y, antes de terminar, es obligado a mencionar algunos matices del conflicto bélico que es el otro foco de trascendencia. Sin negociaciones a la vista, se formalizó la invitación a Ucrania para unirse a la Unión Europea, afirmando Occidente que incrementaría su ayuda armamentística frente a Rusia. Mientras tanto, Putin amenaza con cortes en los suministros de gas a Alemania. Los expertos están convencidos que se avecinan muchos meses de guerra. Pero el dinamismo de los acontecimientos obliga a un seguimiento permanente, ya que la volatilidad de los mercados también es extensiva a las más importantes circunstancias del planeta.
Tenemos un claro ejemplo en España donde el tradicional y sólido feudo de color rojo en Andalucía, ha pasado a reflejar un absoluto e integral color azul. Confiemos que los escenarios actuales cambien de tendencia en próximas fechas. Para bien, claro.
JOAQUÍN ALMASQUÉ, FIF AGENTE BANKINTER GRANDES PATRIMONIOS 2000-2022
VIDEO BK-FORCADA LA SEMANA BURSÁTIL