En busca de la armonía de estas cuatro variables es una frase que podría sintetizar hoy los principales deseos de Asesores Financieros, Banca Privada, Family Office y todos los inversores de cara al corto y medio plazo. Sin duda, los tipos de interés, la inflación, los beneficios empresariales y los imprevistos (nuevos o peligros por mayor negatividad de los conocidos) concentran la atención y solidez de los pronósticos de las tendencias de las Bolsas y rentabilidades de muchas inversiones de cara a final de año y perspectivas para 2025.
En efecto, estos cuatro conceptos son los que en gran medida están propiciando muy satisfactorias rentabilidades de cara al fin de ejercicio. Sin duda, acompañados con ratios macro, geopoliticos, y los que afectan a cada cartera. Entre otros, la más adecuada diversificación, personalización de los riesgos, y consistencia en los horizontes de inversión.
Dediquemos algunos comentarios a cada una de las cuatro variables:
Imprevistos.
Evidentemente los climas bélicos suelen ser circunstancias de incertidumbres y falta de confianza. No obstante, los temas Rusia/Ucrania y la complejidad de los conflictos Israel/Hamas ocupan tristes titulares en medios de comunicación, sin trascender -de momento-, de manera significativa al tablero de los mercados. Lo que no quiere decir que son de obligado seguimiento por sus inciertos caminos y desarrollos en el corto y medio plazo. Entre otros muchos, las decisiones de Irán, o las variantes que podría sufrir la evolución de los precios de la energía.
Y, el segundo foco que acapara expectativas la geopolítica son las elecciones en EEUU. La apariencia de las encuestas reflejan una elevada competencia y cifras cercanas al empate, que parecen -curiosamente- alejar miedos excesivos. No obstante, el conseguir la estabilidad del ganador, junto a sus primeras declaraciones y objetivos a conseguir provocan un sin fin de variables que, en función de su idoneidad a lo más adecuado, provocan ciertas zozobras.
Por tanto, el factor de la geopolítica es de gran importancia, con obligatoriedad de un seguimiento en tiempo real. Sin olvidar la consistencia que sigue mostrando la economía USA que, en gran parte, dulcifica las decisiones y objetivos principales del nuevo gabinete.
Los Beneficios Empresariales
En este epígrafe llevan claramente la voz cantante las principales tecnológicas, junto a las más destacadas compañías cotizadas en los principales mercados bursátiles. Y este propio titular nos remite a mirar y esperar principalmente los acontecimientos de las Cias de los EEUU.
En este sentido, y a pesar de los miedos y volatilidades en cuanto a los últimos y próximos resultados de las tecnológicas, debemos confirmar y afirmar que -en general- ha sido el sector que más y mejor han conseguido beneficios en sus ctas rtos y rentabilidades a sus accionistas y/o inversores. Igualmente podríamos aseverar que los beneficios de las empresas cotizadas y la potencia emprendedora de empresarios han sido, en gran medida, quienes han evitado caídas en recesión o empeoramiento de niveles de paro. El buen tono de sus beneficios ha sostenido que cayera mucho la confianza inversora, el empleo, y la propia dinámica de las economías.
Los pronósticos y sus expectativas para el último trimestre 2024, y próximo ejercicio, tienen muchos más fundamentos y esperanzas de alcanzar objetivos, que lo contrario. Con todos los matices y circunstancias particulares de cada sector.
Inflación
«La inflación mundial tocó máximos históricos en 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania desencadenó un shock en términos de intercambio similar al de los años setenta. Los trastornos de la oferta de gas y petróleo rusos complicaron la cadena de suministro ya alterada por la pandemia de COVID, y provocaron el aumento más rápido de precios registrado desde 1984 en las economías avanzadas, y el más pronunciado desde la década de 1990 en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Y todo ello, convulsionó todo el mundo de las inversiones, elevando la inflación por encima de los dos dígitos.»
Esta frase nos sitúa en el verdadero tablero del porqué de lo acaecido en los últimos meses. Tomada conciencia de lo acontecido se unificaron esfuerzos en intentar frenar la inflación por las evidencias de los daños de su tendencia o permanencia en el tiempo, y no se consiguieran las estrategias para frenarla.
Marcada la referencia objetivo de alcanzar un inverosímil 2%, los Bancos Centrales y los Gobiernos de todos los países se pusieron en marcha con todas las políticas monetarias y esfuerzos para -manteniendo mínimos correctos de consumo y PIB- se alcanzara frenar y bajar los precios. Y, en gran medida se ha conseguido.
No obstante, la propia rapidez en los recortes, y las evidentes tensiones, siguen colocando el peligro de nuevas subidas de precios como una de las alarmas más constantes. Por ello, en los titulares destacamos que la búsqueda de una armonía entre las variables entre sí, y en especial, entre inflación y tipos de interés, parece relevante de cara a la solidez de los pronósticos.
Tipos de Interés
Nunca el mundo financiero ha estado tan pendiente de las decisiones de los Bancos Centrales como en los últimos tiempos. Y no en vano, ya que el acierto o fracaso de sus decisiones conllevaban altas dosis de favorecer o perjudicar los distintos escenarios.
En resumen, dos circunstancias fueron evidentes: el largo período de tipos de interés extraordinariamente bajos, y el impacto de dos acontecimientos bastantes inesperados, como el COVID y la guerra provocada por Rusia. Ambas sirvieron para la finalización de ese ciclo de tipos, para dar entrada a otro obligado por esa segunda circunstancia que lanzó la inflación por las nubes.
Veamos dos gráficos que se explican por sí mismo:
De esta forma se confirma que estamos en fechas reales donde las decisiones de recortar tipos de interés se ha puesto en marcha, con previsiones de su permanencia en lo que resta de año, y próximo. Salvo variantes o quiebras de armonía significativas, que hemos intentado reflejar en nuestro informe.
Terminamos. Todos tenemos experiencia de que toda tendencia nunca se desarrolla de forma lineal en el tiempo. Es más, siempre es deseable que tenga sus pausas, sus incertidumbres, sus retrocesos, y sus realizaciones de beneficios, a la par de la constante auditoría y seguimiento de la consistencia de los fundamentos y claves de las estrategias e inversiones tomadas. La comentada armonía de estas cuatro variables nos determinará la estabilidad de los razonamientos, los cuales, reflejan altas cifras de acierto sobre todo en el medio y largo plazo. Y, si el corto plazo también nos beneficia, mejor. O incluso, los momentos de sosiego y lateralidad de los mercados bursátiles como las actuales sesiones.
Joaquín Almasqué, FIF Agentes BK Grandes Patrimonios desde 2000
Os dejamos con el video de Ramón Forcada BK.