Cuándo lo malo es bueno. Pero, ¿cuándo lo bueno responde a lo esperado?. Éste titular tiene su reflejo fiel en la actualidad de los mercados, las tendencias de las economías y el signo de los ratios macro y micro. Y la explicación es bien sencilla, aunque su interpretación “en acción” no lo sea tanto. El deseo general para relajar la volatilidad y dar paso a las correspondientes luces de un período que favorezca en sentido amplio al bienestar del entorno es la confirmación de la bajada de tipos de interés. Y de ahí parte nuestro enunciado. El primer paso debe estar fundamentado en datos relativamente malos de las economías, con constantes subidas de precios, para que las decisiones de los Bancos Centrales desistan de seguir subiendo tipos. Siempre con constantes esfuerzos de no perjudicar la llamada recesión, con la complejidad de estar en una inflación de oferta y no de demanda. Por ello, los precios suben no por exceso de demanda o consumo, sino por la escasez en los suministros.
Sin embargo, esa buena noticia del freno a la subida de tipos y posterior comienzo de la bajada de tipos inexorablemente debe ir acompañada por un claro control de los precios, es decir, de la correspondiente tendencia a la baja de la inflación. Los temores de Powell y cia son muchos, aunque sus objetivos sean claros. La bondad de una bajada de tipos sólo podrá ser efectiva para las economías y las familias si viene acompañada por un control de la inflación. ¿Cuánto y cuándo?, veamos los argumentos de mayor actualidad.
Sabemos que el próximo viernes 14/09 el BCE tiene reunión decisoria sobre subir, bajar, o mantener tipos. Y, unos días después, la FED. Y la complejidad de los escenarios siguen mostrando cierta convicción en que la ralentización de las economías es y será una realidad, pero que no alterarán los planes de alcanzar rebajar los tipos de interés. A pesar que el timing del control de la inflación (en general) no se está consiguiendo, y que hay voces que vaticinan que los nubarrones persistirán algún tiempo.
Nuestro criterio es que los tres meses de final del presente ejercicio deberán facilitarnos la mayoría de factores y datos adecuados para consolidar estrategias y verificar las tendencias con una amplia mayoría de fundamentos sobre los tipos de interés para 2024. Mientras tanto, mantenemos posicionamientos en nuestras recomendaciones en función de los niveles de riesgo. Inclusive, si se produjera algún período de sesiones bajistas, aconsejamos subir posiciones -en las carteras más agresivas- en Fondos y otras opciones de Renta Variable.
Veamos un resumen del informe mensual del departamento de Gestión de Activos BANKINTER:
En cuanto al tablero de zonas geográficas entendemos que USA, a pesar de sus intermitencias y resbalones, sigue siendo el motor y guía de occidente, por lo que nos parece adecuado mantener en torno a la mitad de las carteras con mayor peso de la renta variable en alternativas de referencia EEUU. Y referenciamos un bastante amplio margen de movimientos en su paridad con el euro, en los márgenes de los 1.05-1.13.
Respecto a la renta fija es muy cierto que la volatilidad ha estado muy presente, aunque las carteras conservadoras siguen teniendo buenas alternativas, con un atractivo binomio rentabilidad-riesgo. Recientemente hemos recomendado un bono estructurado con referencia a Mercedes Benz, con el 90% de rentabilidad garantizada del 3.45%, denominado Bono Mercedes 90-10 23.27. Cierra el viernes, y Yolanda Almasqué podrá ampliarte características y otras muchas recomendaciones. Recuerda su móvil 666.55.44.15.
Y los saldos en liquidez transitorios, a la espera de utilizarlos para cumplir sueños, o como pura decisión estratégica de prudencia, no dejes de colocarlos en los mejores Fondos Monetarios del mercado, que están dando buenas rentabilidades en sus modalidades. Siempre a través de la selección que de forma personalizada te realicemos en FIF. Obviamente.
JOAQUÍN ALMASQUÉ