La figura del agente financiero sigue ganando peso en España. Según datos del Banco de España y de la CNMV. La newsletter del ASESOR FINANCIERO en uno de sus últimos números, define con concreción los atractivos para las familias, ahorradores, empresarios, e inversores, de tener a un equipo de AGENTES FINANCIEROS como sus asesores principales.
- Asesoramiento orientado al cliente.
- El agente financiero practica un asesoramiento orientado al cliente, a diferencia de lo que ocurre en los bancos. Este cambio cualitativo es muy sensible para los inversores, que valoran el trato personalizado que reciben, su asesoramiento constante y que se sientan acompañados durante todo el proceso. Todo ello debe consolidarse como el gran baluarte diferenciador de la tarea del agente financiero para los próximos años, con independencia de la fortaleza de penetración de la digitalización o de la gestión pasiva.
- Mediadores de los nuevos productos.
- La entrada de las bigtech ha supuesto principalmente la valorización de los datos de los clientes para construir productos cada vez más personalizados y orientados a sus gustos y preferencias. En este paradigma, los agentes están en una excelente posición para erigirse en las figuras que conviertan los datos en conocimientopara la industria, escuchando a los inversores, entendiendo sus preocupaciones y ofreciéndoles potenciales soluciones. De este modo, contribuirán a generar entornos seguros para que los clientes acepten y entiendan la tecnología.
- Catalizadores del cambio.
- Ser un gran profesional ya no basta en el actual entorno de incertidumbre. Los agentes deben promocionar todavía más su rol como educadores financieros, haciéndole entender al cliente qué le conviene y, sobre todo, tranquilizándole acerca de sus inquietudes. La banca está valorando cada vez con mayor precisión esta idea y, por ello, algunas entidades están creando equipos para captar a los agentes con mayor talento para su red. Hasta el propio Banco de España está destacando el papel de los agentes para garantizar la inclusión financiera de todas las capas de la sociedad.
- Planificadores de vida.
- Un buen agente deberá ser capaz de hacer comprender a cada uno de sus clientes la importancia de asegurarse una vejez tranquila y sin sobresaltos, en un entorno de cambios estructuralescontinuos en donde es crítico garantizarse el colchón necesario para evitar cualquier incidencia en el futuro. Para lograrlo, nada mejor que orientar con el cliente un plan de inversiones a largo plazo para cada etapa de su vida, según su perfil, edad, situación familiar y aversión al riesgo.
- Psicólogos emocionales.
- El acceso a la información está a golpe de click, lo que permite a cualquier inversor conocer en profundidad y en muy poco tiempo acerca de una empresa o un sector determinado. Por ello, el rol del agente debe tener una doble perspectiva: la gestión del día a día de cada cliente (nómina, patrimonio, planes de ahorro) y calibrar sus expectativas y emociones, calmándole en momentos clave del mercado, tanto por caídas intensas como por subidas elevadas, evitando en todo momento que tomen decisiones que puedan ser equivocadas.
- Termómetros del riesgo.
- En un contexto cada vez menos prometedor para la renta fija pero con picos de volatilidad en los mercados, la única salida factible para sacarle algo de rentabilidad a los ahorros parece ser la renta variable. Sin embargo, a pesar del conocimiento financiero del que disponga cada inversor resulta enormemente difícil calibrar el riesgo adicional que se está dispuesto a asumir. Así lo refleja, por ejemplo, Schroders, en un reciente estudio, en el que afirma que un 62% de los inversores españoles pagaría por recibir asesoramiento financiero profesional, y especialmente los avanzados o expertos, con un 71% respondiendo que estaría dispuesto a pagar.
- Reputación intachable.
- El mejor aval de cualquier agente financiero para generar confianza y transparencia será cada vez su marca personal. Tener un pasado limpio y gozar de cierto reconocimiento en su sector tranquilizará más a cualquier inversor que ninguna promesa sobre futuras rentabilidades. Y para lograrlo, en una era de acceso abierto y global a la información, nada mejor para la banca que contar con profesionales que cuenten con una sólida experiencia en la industria y, sobre todo, con un expediente inmaculado que hable por ellos.
Desde Majadahonda hasta cualquier rincón de España y del «planeta» podemos y tenemos algún amigo de nuestra familia de clientes. La distancia no es obstáculo, gracias a una buena informática y una disponibilidad de las 24 horas. Nuestros servicios y seguimientos de la Planificación Financiera y carteras de inversiones de los clientes es permanente. Y en esta época, y la que se avecina, cobra especial valor la compañía, recomendaciones y asesoramientos personalizados, de muchos años de experiencia. Nuevos tiempos, necesidades de siempre. Nuestro trabajo, dedicación y éxitos solo dependen del progreso y satisfacciones de nuestros amigos clientes. Esencial recordarlo.
Saludos, JOAQUÍN ALMASQUÉ