Iniciado el segundo mes del nuevo 2024 podríamos considerar como localizados -y bastante estudiados- los protagonistas principales de los mercados en los inmediatos años venideros. Es decir, los más «influencers» de las luces y sombras previsibles para los ejercicios 24/25/26. Lo decimos con el máximo respeto ya que no estamos afirmando un único pronóstico, pero sí un bloque de titulares y circunstancias concretas a las que prestar el máximo seguimiento.
Recordemos que la post pandemia fue dramáticamente acompañada por dos guerras, nuevos conflictos entre Israel y Hamás, seguido por los actos terroristas en el Mar Rojo, nuevas sorpresas en temas climáticos, y en el horizonte las elecciones presidenciales en EEUU. En paralelo, los peligros de recesión a nivel internacional siempre presente, con un difícil control de la inflación, que está dilatando el cambio a la baja en los tipos de interés. Frente a todo ello, se ha esquivado hasta el momento una recesión significativa, a favor de una suave desaceleración, la desinflación ha dado sus primeros pasos, los beneficios empresariales han actuado de resistencia a un posible deterioro de la confianza, continúa el imparable ritmo de la tecnología, y el fondo actual de los mercados bursátiles que sigue siendo comprador. Que no quiere decir «sin dientes de sierra».
Esa curiosa resultante del equilibrio entre las sombras -algunas muy evidentes y peligrosas- y las luces -esperando la victoria de los controles inflacionarios y baja de tipos de interés- admite dos reflexiones y el pulso entre alarmistas frente a positivistas. Y la conclusión que apoyamos es la realidad de las alarmas, pero contrarrestadas con determinadas razones de peso, que nos reafirman en las convicciones de los buenos resultados de la recomendación del medio y largo plazo de las inversiones y del valor de la diversificación. Siempre con FIF sus Asesores Personales de gestión integral a su lado.
Primera reflexión:
El tema clave continúa siendo la inflación. La derivada respecto a tipos parecen con un itinerario marcado. Estancamiento durante el primer semestre, y bajada antes del último trimestre. Pensamos que la inflación aún tiene que demostrar que no rebotará debido a efectos de segunda ronda (traslación de las subidas de precios a salarios) durante el primer semestre de 2024, para que los bancos centrales tomen la arriesgada decisión de empezar a bajar tipos. |
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Terminamos con un importante informe de INVESCO y sus razones para ser positivos acerca de la economía global. Lo aconsejamos ya que realizan un esquemático razonamiento muy fácil de leer, con conclusiones muy estructuradas que complementan -en definitiva- muchos de los recientes informes nuestros, y muchos titulares que solemos profundizar en nuestras reuniones.
Los que todavía no son clientes de la oficina 4484 BK FIF, con Yolanda Almasqué de CEO y Asesora Principal, que sepan que les estamos esperando. Mil gracias a todos, JOAQUÍN ALMASQUÉ
INVESCO Brian Levitt , Global Market Strategist Tres aspectos a tener en cuenta sobre los nuevos máximos históricos de la bolsa estadounidense
Se han producido muchos cambios desde el último máximo del mercado
Es cierto que el máximo anterior, en enero de 2022, no fue hace tanto tiempo, pero han ocurrido muchas cosas desde entonces: La inflación estadounidense subió al 9%2, la Reserva Federal subió los tipos de interés más de 500 puntos básicos3, Rusia invadió Ucrania y surgió un nuevo conflicto en Oriente Próximo. (El álbum Midnights de Taylor Swift, que batió todos los récords, aún no había salido a la venta). Destacados analistas advertían de «huracanes económicos», «cinco años de desempleo por encima del 5%» y «la peor recesión económica desde 2008». No es de extrañar que disminuyera la confianza económica de los estadounidenses.4
Dos años más tarde… Gracias a una economía resiliente, una inflación que cae rápidamente y un incremento del 26% en 2023, ahora estamos celebrando que el índice S&P 500 ha alcanzado un nuevo récord por encima de 4797.5 Es posible que haya quien sienta cierta inquietud al respecto. Al fin y al cabo, ¿no estamos todavía esperando a que los efectos retardados del endurecimiento histórico de las políticas monetarias afecten a la economía? Es cierto, pero los mercados son los que dirigen la economía, no al revés. En mi opinión, es probable que la caída del 25,4% del índice S&P 500 entre máximos y mínimos en 2022 se debiera a la inminente desaceleración económica.6 Una caída del 25% corresponde con el comportamiento del mercado en anteriores desaceleraciones económicas leves o recesiones moderadas. En las crisis económicas convencionales, los mercados suelen tocar fondo en torno al momento en que la inflación registra su nivel más alto y vuelven a sus máximos en uno o dos años.7
¿Qué significa un nuevo máximo del mercado? Hay que considerar tres aspectos.
Lo más importante es que un nuevo máximo del mercado no es en sí mismo ningún tipo de señal de peligro, a pesar de lo que algunas personas puedan temer. Como dijo el escritor Sir Arthur C. Clarke: «Solo las mentes pequeñas se dejan impresionar por los grandes números». He aquí tres cuestiones que ayudarán a relativizar esas grandes cifras:
- Las medias bursátiles no tienen reversión a la media. En otras palabras, no vuelven a situarse en la media a largo plazo. Más bien representan expectativas de crecimiento para EE.UU. y el resto del mundo. Si pensamos que las condiciones en el mundo seguirán mejorando para la mayoría de las personas y que las empresas innovadoras seguirán prosperando, debemos esperar que los mercados sigan una tendencia alcista durante largos periodos.
- Los nuevos máximos ofrecen muy poca información por sí mismos. Es mucho más interesante comparar el precio de un índice con las características fundamentales (beneficios, ventas, valor contable) de las empresas que lo componen. Aunque el índice S&P 500 en general puede estar cotizando actualmente a valoraciones más altas en comparación con su evolución histórica, una gran parte se concentra en los 10 primeros valores. Los otros 490 valores han cotizado a valoraciones medias.8
- Por último, el índice S&P 500 ha alcanzado 1.176 nuevos máximos desde su creación en 1957.9 Esto equivale a un nuevo máximo cada dos semanas o 14,3 días. La historia sugiere que deberíamos esperar muchos nuevos máximos a lo largo de nuestra vida, aunque el camino no siempre sea recto.