Pero antes de analizar el mundo que se nos dibuja a partir de hoy lunes (después de un domingo nada rutinario), debemos hacer un flash de la situación del «día antes». Observamos que la rumologia sobre signos de recesión o de ralentización de los crecimientos están justificadamente apoyados en cifras y datos. Aunque…..
El cuadro adjunto nos confirma dicha tendencia: tanto en la gráfica del empleo y PIB, como en el de la construcción.
Además, Bruselas rebaja en cuatro décimas, hasta el 1,9%, la previsión de crecimiento de España para 2019. En este contexto, las tendencias parecen tener varios alentadores estimuladores de tensiones, entre los que destacan los conflictos arancelarios de las dos más grandes potencias mundiales, y el interminable alboroto de las predicciones en Europa del desenlace del Brexit. Cuyos malignos compañeros de viaje en nuestro país han sido la imposibilidad de tener un Gobierno estable, y los dramáticos episodios de graves disturbios en las calles en las principales ciudades catalanas. Por otro lado, la producción industrial de la zona euro durante el pasado mes de noviembre sufrió una caída anual del 3,3%, lo que representa el mayor desplome del dato desde noviembre de 2012, después de que Alemania registrara el mayor descenso interanual del dato desde finales de 2009, con un retroceso del 5,1%, mientras en España el descenso observado fue el más acusado desde mayo de 2013, con una bajada del 2,8%, según reflejan los datos publicados por Eurostat.
Por tanto, los datos y tableros nacionales también deben tener «un ojo» en lo que pueda estar sucediendo en Alemania. La producción industrial y las exportaciones están siendo cuestionadas y empiezan a preocupar seriamente. El PIB en el segundo trimestre del año ha caído un 0,1% con respecto al anterior y ya es la segunda vez que esto sucede en un año, según la Oficina Federal de Estadística (Destatis). A modo de adelanto, el indicador de la confianza de los inversores alemanes (ZEW), publicado ayer, se desplomó a su nivel más bajo desde diciembre de 2011, debido según los encuestados al empeoramiento de las perspectivas, a las disputas comerciales internacionales y a las mayores posibilidades de un Brexit sin acuerdo que la administración de EE.UU. apoya ya más o menos abiertamente. El DAX alemán tocó su mínimo de la sesión tras la publicación del mal presagio para una economía de la que el gobierno de Berlín, tras reiterados recortes, no espera ya que crezca sino un escaso 0,5% en el conjunto de este año.
Pero frente a estas realidades, existen también referencias de bastante peso que ponen de relieve otro perfil de la coyuntura de «dia antes» al domingo 10 de noviembre de 2019. Refleja un mundo que se aferra en argumentos que impiden apoyar la confirmación del inicio de una nueva crisis económica, o que lo que está por venir son inevitables males. Es decir, afirman que la desaceleración se quedará «solo» en eso. Veamos cuales son sus principales fundamentos.
Por un lado, las Bolsas de Valores, habituadas a anticipar tanto las crisis como los ciclos de crecimientos. En este sentido, el IBEX 35 lleva en el año un +10% de subida. A pesar de tantos y polémicos peligros. Pero, tampoco pueden atribuir a España calificativos de optimismos excesivos o fuera de contexto, ya que somos «la cola» de las rentabilidades en toda Europa. Allí, todas las Bolsas llevan entre un +12% a un +40% de subidas en lo que va de año. Vemos los datos:
La gráfica del ultimo semestre del IBEX 35 refleja +- un saldo cero en el período considerado, y un +10% en todo el 2019. Lo cuál refleja una cierta y veraz capacidad de reacción a lo acontecido especialmente durante el mes de diciembre 2018. Y «las preocupaciones alemanas tampoco parecen haber trascendido a los mercados al mostrar su Índice una cifra porcentual positiva de subida del 25%. Y una apreciación paralela podría establecerse, esta vez referida a los niveles de dividendos. El sector bancario duramente afectado por la volatilidad y los bajos tipos de interés, así como la puesta en cuestión de sus solvencias y ratios de morosidad en épocas flacas, ofrecen rentabilidades por dividendo superiores al 4,5% anual (caso de BANKINTER, BBVA un 5,21%, SANTANDER un 5,98%, o BANKIA un 6,24%) que podrían ser consideradas como atractivos argumento para posicionar alguna parte de los ahorros, con el dato complementario que si bajan sus cotizaciones, siguen recibiendo su rentabilidad (considerando los horizontes de la inversión y los perfiles de riesgo de los titulares). No digamos si el entorno «va a mejor en algún período del corto-medio-largo plazo, donde sus cotizaciones cabe la posibilidad que puedan ascender a precios sensiblemente superiores. Sus Asesores (es decir, FIF-BK) les podrán comentar el abanico de fórmulas via compra directa de valores, o a través de Fondos de Inversión o servicios especializados que muy gustosamente podremos comentarles.
Por último, la real desaceleración de los PIB tienen como árbitro protagonista las fluctuantes predisposiciones y acuerdos entre China y los EEUU en materia comercial y arancelaria, con graves perjuicios si terminan en «posturas que incluso perjudicarán a ambas potencias y a más de medio mundo». Dichas sensaciones son parecidas a las del Brexit. Todo parecia perdido con fechas definitivas para una salida drástica y dura de Europa. Pero también existen algunos rayos de esperanza, posiblemente cada dia más potentes, que dan crédito a las posibilidades de que no lleguen a sus peores resultados. Incluso, algunos vaticinios auguran fulgurantes subidas bursátiles si siguen mejorando ambos conflictos, y hasta cifran alzas superiores al 8% si los acuerdos son convincentes.
Adjuntamos las previsiones bursátiles para la semana, realizadas por BANKINTER POR MEDIO DE RAMÓN FORCADA:
https://m.youtube.com/watch?v=IEGqXvogmDE
Y, por último, el examen de las urnas de ayer para obligarnos a juzgar, en un clima de gran complejidad por las mezclas de hastíos politicos, reclamaciones independistas, cuestionamientos de gestión, aparición de nuevos partidos políticos, diversidad de interpretaciones y valoraciones sobre una misma realidad, y debilitamiento en las certezas y fidelidad a las direcciones de los votos. Pero esas decisiones y circunstancias ya se han materializado en cifras, que comentaremos más adelante.
¿Qué pasó ayer en las Elecciones Generales de España? Veamos los datos:
Con una participación en torno al -5%, la convocatoria no consiguió que se despejara la mayor incognita que se repetía como la más problemática: la formación de un Gobierno estable en el país, capaz de poner en marcha un programa convincente, con la aprobación inmediata de unos nuevos presupuestos que ofrecieran un tablero propicio para que el ritmo económico, la creación de empleo, y la unidad de país, pudieran ser una realidad. Un deseo aspirado por la mayoría de los españoles.
No nos corresponde hacer un análisis de la política, ni de sus interpretaciones ideológicas. No obstante, es imprescindible incorporar datos reales de esa circunstancia que, inevitablemente afecta de forma significativa cualquier estudio, informe o planificación financiera de nuestros clientes. Por ello, y dado los resultados, cualquier observador que aterrizara como experto exterior y fuera obligado a valorar las soluciones lógicas y de mejores resultados, acariciaría de inmediato cualquier acuerdo dirigido a que las dos fuerzas Constitucionalistas del país, que tradicionalmente se han manifestado de centro izquierda y centro derecha pudieran llegar – como mínimo – a pactos sólidos en todo lo referente a los temas esenciales de Estado que pudieran estar en peligro, y a tomar decisiones contundentes y claras sobre la unidad de España, y cumplimiento riguroso de las leyes, fomentando la convivencia y el desarrollo de todo el potencial de España en el mundo. Esta sensata reflexión veremos si se producirá, por lo que -caso de producirse- sería acogida con sorpresa y con satisfacción por los mercados. Sigamos día a día, minuto a minuto, los próximos capítulOS. NOS ENCANTARÁ CAMBIAR IMPRESIONES PERSONALES CON TODOS LOS QUE LEAN ESTE INFORME..
Siempre a vuestro lado. Nuestra meta, sus mejores objetivos.
JOAQUÍN ALMASQUÉ BALANZA