Complejidad geopolítica nacional e internacional, globalización inversora, y la revolución tecnológica y de las redes sociales, han fomentado (entre otros muchos factores) la obligatoriedad de convivir con el protagonismo de la VOLATILIDAD. Todo ello, a 45 días del fin de ejercicio y nuevo año 2019 nos incitan a la necesidad de estudiar a fondo la fiscalidad y calidad de nuestras inversiones para adecuarlas y rentabilizarlas al máximo, según nuestras circunstancias, perfil inversor, y peculiaridades de las expectativas de los mercados.
Con éste tablero queremos poner de relieve la recomendación de incrementar de forma significativa el seguimiento y reuniones con sus Banqueros Personales, para actualizar de forma rigurosa las posibilidades de ahorros fiscales y de los posibles ajustes en las inversiones, ya que es posible que ese concepto de volatilidad y de pulso a los acontecimientos -unidos a la propia auditoría de los rendimientos y satisfacción de nuestros productos de inversión- podrían aconsejar importantes reestructuraciones.
De todas éstas reflexiones vamos a centrarnos en los Planes de Pensiones, y su versatilidad. Es decir, su función, su utilidad y a quienes les puede interesar.
Su principal función es la de aprovechar sus beneficios fiscales. Es decir, es más urgente tenerlos en la medida que ésta capacidad de canalizar los ahorros vaya acompañada con sus correspondientes ahorros fiscales. Es decir, especialmente para quienes el IRPF suele salir positivo. Respecto a otras utilidades, es importante no despreciar lo de cultural o hábitos de ahorro y diversificación supone ésta conducta de destinar todos los años una cantidad a éstos productos de inversión. Y es importante para todas las edades.
Frente a éstos comentarios, siempre existen apuntes especiales y campañas en las que es muy recomendable estar muy atentos. Por ejemplo, la actual que tenemos en BANKINTER por traspasar tus Fondos de Pensiones a nuestra Oficina, con bonificaciones que pueden llegar hasta el 4%.
La otra decisión esencial es en que modalidad de Fondo merece la pena estar invertidos, y en cuál de ellas estaremos más cómodos según nuestro perfil inversor. El cuadro adjunto de rentabilidades históricas por modalidad de inversión, es, a nuestro juicio, una herramienta esencial para sacar conclusiones:
La primera y más significativa cifra de rentabilidades es la de los Fondos de Renta Variable, los cuales baten al resto de forma sensible en todos los períodos considerados. Evidentemente, son para aquellos inversores que tengan un perfil y una capacidad de ahorros muy concreta, ya que dichas cifras no han sido lineales, con datos positivos todos los años, sino que sus fluctuaciones en ocasiones son fuertes, aunque se evidencia que -de media- mantener «el tipo» en Rta Variable siempre es lo más rentable.
Otro dato interesante son los Fondos de Pensiones GARANTIZADOS, quienes desde hace 15 años tienen un comportamiento muy digno, con el plus de la absoluta seguridad de no perder nunca dinero. En lo que respecta a Renta Fija a corto y largo plazo, como es lógico existen mejores ratios para los de largo plazo, aunque con cifras de signo negativo en cuanto a rentabilidades del último año.
Terminamos con la modalidad que más partícipes tiene en el mercado, como son los Fondos de Pensiones MIXTOS. El distribuir los porcentajes de inversión en Ranta Fija y Renta Variable en función de tu perfil inversor y de las propias expectativas de los mercados, son las alternativas que aglutinan mayores volúmenes y ahorradores, siendo sus rentabilidades acordes al % de su parte variable, con mínimos bastante aceptables y satisfactorios.
Es obligado dejar constancia de la cierta inseguridad sobre la capacidad de las arcas públicas para corresponder a la totalidad de jubilados dentro de unos cuantos años, dado que el ritmo del número mundial de «Personas Mayores» va a seguir con crecimiento exponencial, y esperanzas de vida que paulatinamente se irán acercando a los 90 años de media. Atentos pues todos los Asesores para dirigir correctamente sus recomendaciones, y absoluto seguimiento a los posibles cambios de legislación, en uno u otro sentido. Y, por supuesto, a las fórmulas alternativas de inversión que vayan surgiendo, como mejores fórmulas para no correr riesgos, manteniendo las mayores y mejores perspectivas para el «futuro».
JOAQUIN ALMASQUÉ, Presidente de FIF